sábado, 4 de janeiro de 2020




328 | LA CIUDAD QUE DUERME | 03/01/17

El mozo y la jovencita se encantaron uno con el otro, bajo la luna y de las estrellas. 

Los viejos, los niños, todos vivieron la misma alegria.

La noche estaba caliente junto al fuego, y fresca por la brisa que soplaba desde los árboles, como pueden haber sido las dos cosas al mismo tiempo? Sí se puede!

Ahora la ciudad duerme, es fantasma. Sólo los pájaros y los animales prendidos al suelo es que se manifiestan despertados.



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