Fragmentos 328
La
ciudad que duerme
El
mozo y la jovencita se encantaron uno con el otro, bajo la luna y de las
estrellas.
Los viejos, los niños, todos vivieron la misma alegria.
La noche estaba
caliente junto al fuego, y fresca por la brisa que soplaba desde los árboles,
como pueden haber sido las dos cosas al mismo tiempo? Sí se puede!
Ahora
la ciudad duerme, es fantasma. Sólo los pájaros y los animales prendidos al
suelo es que se manifiestan despertados.
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