Mientras el
miedo te controle no podrás ser feliz
A pesar de que pasamos mucho tiempo fantaseando con ser más felices,
rara vez hacemos los cambios necesarios para conseguirlo. Esto tiene una
poderosa razón: el miedo. ¿Qué ocurriría si lo que hacemos no nos ayuda a ser
más felices o, aún peor, estropea lo que tenemos ahora?
El miedo a la decepción, a los cambios, a perder lo que
tenemos, por poco que sea, funciona como una barrera que no solo nos aleja de
la posibilidad de ser más felices, sino que crea una gran sensación de
frustración que hace que la situación actual se vez todavía peor. Irónico, ¿no
te parece?
“Sólo hay una cosa que hace que un sueño sea imposible de alcanzar: el
miedo al fracaso”
-Paulo Coelho-
Supera el
miedo que te detiene
Muchas personas crean rutinas que, a pesar de hacerles sentir
miserables, les dan la suficiente seguridad para pensar que, aunque su
vida no sea plenamente satisfactoria, al menos la tienen controlada.
Así disfrazan de pereza o de comodidad lo que es pánico. Y se quejan de la
vida como si el control lo tuvieran otros. Pero no es así. Así no se controla
nada.
Esta falsa sensación de seguridad
hace aflorar el miedo a hacer lo que realmente sabemos que tenemos que hacer
para sentirnos mejor y ser más felices. Pero el miedo a no lograrlo, a
que la sensación no sea la que esperábamos o la “certeza” de que la felicidad no es más que un ilusión nos frena.
Ese miedo nos sume en la inacción, lo
que hace que nos conformemos en pensar en lo que podríamos hacer, en lo que
podrías conseguir y en lo que podríamos hacer. Pero pensar sin hacer solo nos
hace sentir más miserables.
“La
inacción engendra la duda y el miedo. La acción genera confianza y coraje. Si
quieres vencer el miedo, no te sientes en casa y pienses en ello. Sal y ponte a
trabajar”
-Dale
Carnegie-
Pasos para superar el miedo que nos
impide ser más felices
Para conseguir una vida mejor es
necesario superar el miedo que nos detiene, abandonar la frustración y confiar
un poco más en nosotros mismos. Tenemos potencial para ser más felices, pero hay que superar los
límites que nos autoimponemos. ¿Cómo? Lo vemos a continuación:
1 – Define qué significa para ti la
felicidad
Constantemente recibimos mensajes
sobre qué es la felicidad y la forma de lograrla. Estos
mensajes por lo general son contradictorios y responden a multitud de
criterios, muchas veces surgidos del consumismo, el marketing y la publicidad o
de formas de ver la vida.
Pero, ¿qué es la felicidad?
Esto es algo que cada uno debe definir en base al auto-conocimiento, a
sus propios valores. En realidad, muchas veces el miedo a ser feliz es, en
realidad, un miedo a salirse del molde que parece fijado por el entorno y la
sociedad.
Si te sientes atrapado deberías
considerar si la felicidad que estás buscando es en realidad lo que
quieres o si es simplemente lo que piensas que deberías querer. Si
aclaras tus objetivos en relación a la felicidad veras que
es más fácil identificar los pasos que necesitas dar para alcanzarla.
2 – Convéncete de que te mereces ser
feliz
No has venido al mundo a sufrir. Te mereces
ser feliz. Pero decir que merecemos la felicidad es una cosa, pero creerlo es
otra cosa muy distinta. Quizás tus experiencias de la infancia o el recuerdo
relaciones anteriores te hayan hecho pensar que es difícil para ti
ser feliz, que no te lo mereces.
La falta de autoestima que se puede
derivar de experiencias traumáticas o negativas nos puede obstaculizar a
la hora perseguir nuestros sueños. Pero el pasado pasado está. Por
delante quedan muchas oportunidades. El miedo a que vuelva a pasar algo
similar a lo vivido no debe paralizarte, sino darte energías. Al fin y al cabo,
el haberlo pasado mal en el pasado te va a ayudar a disfrutar y a saborear más
cada pequeño detalle.
3 – Convierte tu felicidad en tu
prioridad
Con mucha frecuencia estamos
dispuestos a poner las necesidades de todos los demás por delante de las
propias, dejando nuestra propia felicidad en espera. Sin embargo,
para tener la energía necesaria para cuidar de los demás es necesario hacer de
nuestra propia felicidad una prioridad.
Por eso hay que
encontrar maneras de crear un mayor equilibrio
para centrarnos en nuestros propios objetivos, así como establecer límites saludables respecto
a los que te rodean. Si alguien te critica o intenta hacerte sentir mal
por pensar en ti mismo no te preocupes ni te sientas culpable. Solo el que se
quiere a sí mismo es capaz de querer bien a los demás.
4 – Prepara y planifica el camino
El miedo a quedarse atascado en el
camino es normal y natural, especialmente cuando se camina sin rumbo ni
conocimiento. Para sentirte más seguro prepara el camino, planifica y analiza.
Así acabarás con parte de la incertidumbre, a la vez que refuerzas el objetivo.
Piensa detenidamente qué obstáculos
hay o pueden surgir, cómo puedes abordarlos y cómo vas a manejar los problemas. Además, no
olvides que todo cambio exige un sacrificio. Piensa en las ventajas de
renunciar a ciertas cosas o hábitos y piensa cómo vas a lidiar con las
dificultades que esa renuncia implica.
5 – Cree en ti mismo
Muchas veces al contemplar el cambio
nos paraliza la idea de pensar que no podemos hacer lo necesario. La idea de
que no podremos tener éxito que llega desde nuestro crítico interno nos devuelve al punto de partida.
Pero no pasa nada. Es normal. Cuando
se trata de tomar decisiones importantes de la vida todos experimentamos el
miedo y la duda. Es el momento de responder con confianza. Si estás
resuelto a conseguir algo ya has avanzando mucho cuando llegues a este punto.
Recuerda, tienes que renunciar a algo para avanzar. Renunciar a tus miedos
forma parte del plan.
Si crees que puedes ser más feliz puedes ser más feliz. Solo tienes que creer en ello y en ti mismo.
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