quinta-feira, 5 de agosto de 2021

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PROMESA




Te ofrezco mi mirada de ternura, la calidez de mi abrazo, mi sonrisa cuando te veo.

¡Llegué tarde o tú fuiste el que llegó tarde! ... ¡no sé!

La alegría llena mi sangre de dulzura - la dulzura que hace el bien, que llena el alma y la vida. Mi boca guardará palabras delicadas. Por todo y nada, por la simple presencia, siempre es un inmenso placer.

Los ojos dicen cosas que nosotros no décimos. Los tuyos encantan los míos y veo que los tuyos también se alegran, porque parecen sonreír al verme. El abrazo se convierte en un lugar familiar. Tu sonrisa ilumina el día. El reencuentro calienta la existencia y asegura la promesa de más dulzura.


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