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DESDE SIEMPRE
Lo que mis ojos no pudieron ver, mi alma lo contempló. Cuando no podía entender con mis oídos, era ella misma, el alma, quien decodificaba sonido a sonido. A veces, mi boca no podía verbalizar lo que había dentro de mí, pero mi alma no se dejaba malinterpretar y encontraba la manera de decir todo lo que sentía.
arte __ catrin welz-stein